Pasado pasado está

 Recuerdo cuando mi profesora de filosofía me decía que yo no era capaz de comprender a los filósofos. Recuerdo cuando mi profesor de lengua me decía que era un inepto y me comparaba con mi hermana (ella era muuy aplicada la muchacha, todo sea dicho). Recuerdo también cuando hacía un examen bien llegaban a sospechar si había hecho trampas o no. Recuerdo cómo en mi primera clase de flauta mi profesora me dijo que mejor dejase la flauta y me dedicase a otra cosa. Recuerdos pasados de una vida pasada que hoy en día nada tiene que ver.

Cierto que estas cosas nada que ver conmigo tienen, pero forman parte de mí. Gracias a todos esos actos hoy en día soy así. tal vez si hubiese comprendido en su época a Descartes o mis comentarios de texto hubiesen sido de matrícula hoy en día sería diferente, tal vez más competitivo o prepotente. No sé por qué estoy ni siquiera escribiendo esta entrada ni a dónde quiero llegar, pero lo cierto es que lo estoy haciendo y de una manera bastante espontánea.

Puede que mucha gente pensase que yo era un vago en mi juventud. Yo estoy muy contento de la niñez que tuve  y de esa etapa adolescente. No me perdono el que por una serie de variables mi vida tomase un rumbo diferente y ajeno al mundo musical, pero esas experiencias que viví me hicieron diferente, más fuerte y con mayor autodeterminación (el término auto me hace mucha gracia y no sé por qué).

Le he dado vueltas a la cabeza y a lo que me quiero referir es a que nuestro pasado nos hace más fuerte. Me da mucha pena de toda la gente que por culpa de su pasado se hacen desconfiados y dejan de creer en cosas como la esperanza (por ejemplo).

Me estoy empezando a cansar de escribir, así que creo que ya voy a cortar toda verborrea que he soltado y voy a continuar estudiando algo que es mucho más interesante que cualquier asignatura del instituto.

He llegado a la conclusión de que estoy escribiendo esto por puro placer de escribir algo, el que tú quieras leerlo o no es algo que no me concierne.